jueves, 30 de septiembre de 2010

Brazos y abrazos...


Sonrisas infantiles en bocas maduras por el paso del tiempo. Ojos que brillan amando lunas. Perros hambrientos de afecto. Palabras censuradas gritadas en voz alta. Hojas voladoras acarician el suelo saboreando el fin de una nueva aventura. Oídos dispuestos al que quiera decir. Letras que siguen su curso en busqueda de nuevos dueños. Silencios mudos esperando su turno. Vos en las raices de un falso ciruelo. Las llamas arremeten por detrás. Manos auxiliadoras tiran de una cuerda sin final. Canciones signnificantes encuentran su significado. Páginas amarillentas vuelven a ser un libro. Luces al final del camino. Cubos de agua sacían las gargantas afligidas. Párrafos borroneados. Late el sol alimentando la esperanza. Flores despampanantes despiertan al pasar. El reloj se detiene al cumplir la hora señalada. Las manos soñadoras palpan en la oscuridad. Lágrimas recorren una mejilla. Pensamientos sueltos encuentran aliados en medio de un mar revuelto. Las calles recitan poemas escondidos. La calecita da vueltas. Corazones coloreados por lápices sin punta. Espejos que guiñan los dos ojos. Besos perfectos nunca dados. Sombras que se hacen cargo de sus dueños. Resultados obsoletos en situaciones irreversibles. El adios tiembla hasta un nuevo regreso. Plegarias erradas en un dios impermeable. Burbujas flotan reflejando la realidad. Lagañas añejas de un dulce soñador.
 La vida es corta, sé feliz...
Todo esto que me pasa va a servir...
Bessos, abrazos, caricias, cosquillas y sonrisas multicolores para ti...

jueves, 16 de septiembre de 2010

Abstracción y Empatía.












Sócrates dijo hace muchos miles de años: “Lo único que sé es que no sé nada”

Se abre la puerta a querer saber desde por qué llueve hasta quién creo al mundo pasando por de dónde salen las flores y qué pasa cuando morimos.

Cuanto más dudamos de las cosas, más nos preguntamos cuál será la respuesta correcta de esas incógnitas.

Cuanto más intentamos acercarnos a las soluciones de estas preguntas, más sabemos, más nos nutrimos de conocimientos.

En medio de su filosofía Descartes sugirió algo que había aprendido: “Cogito, ergo sum”, enseñando el primer paso a seguir: “Pienso, luego existo.”

Cuanto más nos llenamos de estas enseñanzas más cultos nos hacemos, más ignorantes dejamos de ser.

Cuanto más inteligentes somos, más difícil es que nos engañe la realidad, más armas y herramientas poseemos para dudar.

En el 1600, entre el Renacimiento y la época Barroca, Shaskpeare escribió en la obra “Como gustéis”: “Todo el mundo es una escena sobre la cual los hombres y las mujeres son pequeños actores que vienen y van. Un hombre ha de hacer muchos papeles en la vida.”

Cuanto más dudamos de esta realidad, más preguntas nos hacemos de cómo queremos vivir nuestra realidad.

Espinoza encontró una manera atemporal de querer entender las cosas: “Se nos puede inhibir nuestra evolución y nuestro crecimiento personal mediante una fuerza exterior que nos puede poner impedimentos”. “Estamos determinados por disposiciones internas y condiciones externas“. “Sólo vivimos como seres libres cuando podemos desarrollar libremente nuestras posibilidades inherentes.”

Cuanto más buscamos nuestra realidad, más nos acercamos a cómo deseamos y queremos vivir nuestra vida.

Cuanto más intentamos vivir la vida, más preguntas nos hacemos, más dudas aparecen, más respuestas se ofrecen, más conocimientos se suman, más inteligencia interna, más vivos estamos.

Existió la expresión barroca hoy utilizada: “Carpe diem”, es decir “goza este día”. 


La vida es corta, sé feliz...
Todo esto que me pasa va a servir...
Bessos, abrazos, caricias, cosquillas y sonrisas para ti...